Cuando uno se levanta rebelde y crítico con todo el mundo, la tendencia es echar la culpa de ese sentimiento al mundo e intentar cambiar ese entorno que nos moleta o que percibimos injusto. Pero a veces me pregunto: ¿Podemos realmente?
Hay tantas cosas que cambiar, que en el caso que lo consiguiésemos, no dudo de que transcurriría muy poco tiempo en que algo perturbador nos volvería a aparecer! Nos pasamos gran parte de nuestra vida intentando arreglar el entorno y nunca lo conseguimos plenamente.
Tiene razón al decir que las palabras son la manifestación de nuestras preocupaciones y éstas pueden ser monotemáticas o politemáticas.
No podemos caer bien a todo el mundo, como a nosotros tampoco nos resulta simpática toda la gente e incluso hay gente que en un momento le hemos caído bien y luego ha dejado de agradarnos.
José Luís Marmolejo
0 comentarios: