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No se por qué... hoy he notado un aroma que estaba escondido dentro de mí... En principio este hecho no deja de ser algo intrascendente... sin gran importancia... pero este olor a leña que arde y pan recién nacido ha desencadenado una serie de sensaciones que me han trasladado en el tiempo y en el espacio... He vuelto a aquellos tiempos de niño y he vuelto a aquel pequeño pueblecito que permanecía dormido en mí... Era Xauen... aquel Xauen... más allá del mar...en otro continente... pero lo he sentido cerca...


Recordé cuando, entonces, pasaba delante de la puerta de un horno de pan, con ennegrecidas paredes, que presentaba apilados sus pequeños troncos de leña. ...Me inundaba su olor que pronto se convertiría en el suave aroma del pan que sale a la luz...


Aromas...


Recordé, bajando la calle, a la mujer sentada en el suelo con su mercancía dispuesta en manojos y me acerqué para sentí el arrebato del poleo, la suavidad de la hierba luisa, el tonificador olor del cilantro, la simpleza del perejil, la acritud del orégano, el alegre perfume de la albahaca... la suavidad halagadora de la hierbabuena...


Aromas...


Recordé, al cruzar aquel huerto, el olor de las higueras...


Aromas...


Recordé, junto a los jardines, la fragancia del azahar y el jazmín...


Aromas...


Y recordé, cuando dormía, el suave y cálido aroma del beso de mi madre...


20-09-2012

Domingo Outón

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