Estamos en antena
El
puñetero ojo de la cerradura nos delata. Infidelidades, ojos
infantiles abiertos a nuevas experiencias, juegos, risas,
confidencias, encuentros, desencuentros, amigos de lo ajeno pendiente
de hacer su entrada para actuar, ese que se ve pasado de copas y no
atina...
Esto
y mucho más desde la primera hasta la última planta . Pero no
desvelaremos más intimidades. El puñetero ojo de la cerradura es
una ventana indiscreta. Apaguemos la luz.
Agueda Cantero
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El
bombín
¿Y
cómo que nunca cambiaron el bombín,?
pues
desde que tengo uso de razón lo veía colgado en esa percha de
madera, de tres pies y tres colgadores semicirculares, en un rincón
de la entrada. En el seno del bombín, colgaba una taleguilla ,
dentro descubrí una flor “margarita de pétalos blancos y
amarillos”, un lápiz de cera de color rojo y otro blanco y una
pelota del tamaño de un huevo con una abertura y dos pequeños
orificios, amén de una peluca rizada de color naranja. El color del
bombín era rojo, con algunas pequeñas manchas blancas seguramente
del maquillaje. Mis padres me comentaron que era como homenaje a un
familiar, que cuando se reunían para alguna celebración solía
utilizarlo con el fin de crear un ambiente de alegría y risas. Todas
las parodias las realizaba con mímica de cara y manos, pues tenia
cierta dificultad al hablar era un poco gangoso, aunque un día se
expresó diciendo: “perdonarme que no os diga palabra”-decía. Era
una persona muy seria e introvertida, pero que llegado esos momentos
, se transformaba y hacía pasar momentos inolvidables.
Cierto
día, cuando reunidos toda la familia, por motivo del cumpleaños de
mi hermano; desaparecí y ultrajando el simbolismo, cogí todo lo
referido y me fui al cuarto de baño donde me dispuse a maquillarme
y colocarme todos los útiles; una vez acabé me encontré totalmente
distinto, incluso en mi forma de ser y de expresarme. Cuando salí,
cogí la tarta y solicité que apagaran las luces,fue entonces cuando
encendí la vela que simbolizaba los cinco años de mi hermano y,
entré en el salón, cantando -feliz, felíz en tu día. Jamás
se me olvidarán las expresiones de los rostros de toda la familia,quedaron perplejos, pues recordaban a aquella persona tan querida
transmitiendo alegría y felicidad. Todos rieron y cantaron a modo de
coro. A partir de ese día, cogí el relevo y siempre disfrutaba caracterizándome y realizando las parodias; tanto en estas reuniones
como en mis visitas a centros que me lo solicitaban.
¡¡
Cómo disfrutaba !!
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Asesinos
¿Por qué demonios sus dueños
los han abandonado en ese inhóspito lugar?
Sus miradas nobles se cruzaban
una y otra vez buscando una respuesta. Llevaban varios días en aquel
campo vallado, sin alimentos y sin agua.
Ellos que habían corrido en
los mejores hipódromos del mundo, que habían ganado innumerables
premios para sus amos. Ahora se sentían abandonados, olvidados y
viejos, cuando más necesitaban cuidados y en cambio… estaban en la
nada.
Anochecía cuando oyeron el
ruido del motor de un coche que de pronto se acercaba, los dos
corrieron contentos, dejando atrás sus pesares. Baja un hombre,
desconocido, que le echa algo de pienso que se desparrama por el
suelo. Ellos con sus hocicos gruesos tratan de comerlo. Se oyeron dos
disparos.
Marisa Camacho
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Humillada
Me
besa con suma conciencia para no equivocarse,
¿Cuándo
perdí mi alegría?¿ Dónde se fue? ¿Se marcho a trompicones, con cada
carcajada muda, con cada conversación sin termina o sin empezar.
Más
bien me siento humillada y avergonzada pues no he sabido cuidar de lo
único que es mío, mi esencia , mi yo.
Ana
Clara Mateo
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