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ASUNTOS
DE FAMILIA
Pero esta vez ella
lloró... cuando vio el furgón policial de su madre Lorena y de su
tío Luis. Ella lo había promovido.
Desde niña veía al
fantasma de su abuelo Tomas deambulando por la casona, señalaba las
timbas de la abuela Adela y la de su padre Jacinto. Ella creció en
ese remanso de paz de aquel hogar, con una madre depresiva y un tío
taciturno dado a la noche y a los juegos con la criada Juliana, que
llevaba allí tanto tiempo como la casa. El pueblo hablaba mucho de
aquella noche en que perdieron la vida la abuela y su padre. De que
si su tío y su madre eran amantes.... Rosa se centraba cada día más en descubrir la verdad de aquel accidente. Ambos se quedaron
con la herencia que se repartió y con la condena de seguir viviendo
todos en el caserón familiar. Por eso ella lloró, pero aún más
por no volver a ver el fantasma del abuelo, ya que descansaría en
paz para siempre.
Lola Sigler
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