•9:50


Asesinos



¿Por qué demonios sus dueños los han abandonado en ese inhóspito lugar?
Sus miradas nobles se cruzaban una y otra vez buscando una respuesta. Llevaban varios días en aquel campo vallado, sin alimentos y sin agua.

Ellos que habían corrido en los mejores hipódromos del mundo, que habían ganado innumerables premios para sus amos. Ahora se sentían abandonados, olvidados y viejos, cuando más necesitaban cuidados y en cambio… estaban en la nada.

Anochecía cuando oyeron el ruido del motor de un coche que de pronto se acercaba, los dos corrieron contentos, dejando atrás sus pesares. Baja un hombre, desconocido, que le echa algo de pienso que se desparrama por el suelo. Ellos con sus hocicos gruesos tratan de comerlo. Se oyeron dos disparos.


                                                                          

Marisa Camacho
•9:39


Humillada


Me besa con suma conciencia para no equivocarse,
¿Cuándo perdí mi alegría?¿ Dónde se fue? ¿Se marcho a trompicones, con cada carcajada muda, con cada conversación sin termina o sin empezar.
Más bien me siento humillada y avergonzada pues no he sabido cuidar de lo único que es mío, mi esencia , mi yo.

                                                                      

Ana Clara Mateo









•9:21



EL SOBRE




Cada vez que hablaba del último sobre rechazado, pensaba que era lo mejor que hacía, actualmente había empezado una nueva vida, se sentía libre, era persona, podía decidir por si misma. Lejos estaban aquellos días de sufrimiento y sometimientos, tratada y pisoteada como un trapo viejo. Intuía que si leía una sola letra de esa carta iba a caer otra vez, que le iba a creer, porque incomprensiblemente sabía que con el maltrato que había recibido estaba enganchada a él.

                                                                              

Ana María Marrero
•9:14

 EL BALCÓN


Pero nunca, sin saber bien por qué, dejarán de mirar hacia arriba, hacia el balcón. Ese balcón que siempre estuvo tan lleno de vida y que ahora son solo dos puertas viejas cerradas, una barandilla resquebrajada donde no reposa ya ningún brazo y unas persianas verdes descoloridas, desvencijadas...

                                                                          
Carmen Hidalgo