•13:14
Más tarde, con el tiempo, plantaremos un árbol en este lugar, dijo con una cínica sonrisa el comandante de la aeronave. Ahora (continuó hablándole al copiloto) pulsa el botón y suelta el "huevo". Tras cumplir éste la orden y oprimir aquella especie de palanca roja, se notó un brusco balanceo de la nave a la vez que soltaban la carga, teniendo el piloto que sujetar fuertemente el cimbreante mando y forzarlo hacia la izquierda. Un ligero cosquilleo se apoderó de toda la tripulación, a la vez que el Enola Gay efectuaba un rápido giro en planeo.



Francisco Javier Payán



•13:11

A mí me empiezan a entrar las dudas, creía que esto valdría para mejorarme, que valía la pena tanto sacrificio, pasar tantos dolores, el tiempo perdido en el hospital, una operación tras otra porque no acababa de quedar bien.
Tanto dinero invertido, los ahorros de toda una vida.
Una vida de ahorros y sacrificios, pensando que esto sería mi renacer.
Y ahora me pregunto:¿esto merece verdaderamente la pena?.
Estoy realmente guapa, eso si, pero no me reconozco en el espejo, no me siento yo, parece como si hubiese ocupado el cuerpo de otra persona.
La seguridad que yo pretendía conseguir no la tengo, me siento tan tímida y torpe como siempre, incluso siento como si yo estuviera escondida tras este rostro maravilloso pero desconocido para mí.
No se si podré soportarlo....

Francisca Fernandez Yuste
•13:18
Me gustaría ser un flotador principalmente para flotar sobre el agua ¿hay sensación más placentera que la de flotar en el mar al solecito y dejándote llevar entre sus olitas? También he tenido que esquivar fuertes oleajes de los que a duras penas he sobrevivido.
Me gusta ir colgado en los barcos por si me necesitan los humanos¿por cierto hablando de ellos? me suelen poner alrededor de sus tripitas. Bueno, vamos a ponernos serios,que ahora viene la parte que más me gusta y para lo que he sido concebido: salvar vidas, sobretodo las de los niños, sus padres nos los confían en la playa, algunos con demasiada tranquilidad! hay que estar más pendiente hombre!, que el mar es muy traicionero. Lo sé por experiencia.
Dentro de mi cerco han aprendido muchísimos a nadar.
Mis enemigos: cualquier objeto punzante,por ejemplo el tenedor, por él ha salido este tema.

Carmen Ferrer