•13:14
Había llegado septiembre y me propuse que todo iba a cambiar, se acabaron los días vacíos, la tensión cotidiana, que no comprendía. Me senté a su lado y le dije que ya no aguantaba más, después de cinco años juntos sabía que yo en aquel matrimonio no pintaba nada, me iba de mi casa y lo dejaba.
Mi marido se derrumbó me suplicó que lo entendiera, que no tuvo la valentía suficiente para explicarme, como tampoco la tuvo para explicárselo a sus padres, cuando una sociedad machista, le exigía que para tener un empleo como el suyo, y pertenecer a una familia de la alta sociedad, tenía que comportarse según los cánones establecidos durante toda la vida, casarse y fundar una familia.
!Bien sabe Dios que lo intentó!, me quería muchísimo, pero estaba enamorado de otro hombre y jamás había experimentado felicidad mayor a la que no estaba dispuesto a renunciar. Haciendo un esfuerzo sobrehumano intenté comprenderlo, lo conocía y sabia lo que sufría.
Al mismo tiempo, a cuantas personas más les queda pasar por este calvario.
Creo que mientras estén condicionando a niños y niñas desde que nacen con colores, juegos y roles de comportamiento, esto que és tan antiguo como la vida misma no se acabará mientras no lleguemos a alcanzar una sociedad igualitaría para hombres y mujeres respetando sus derechos sexuales sin ideas homófogas ni machistas.

Mercedes Gómez
•13:13
Algunos lloran. Otros ni siquiera lo intentan. Están desfallecidos, sin fuerzas. !Están muertos! Sólo les une a la vida un finísimo hilo de oxígeno que con mucha dificultad le roban al aire.

Me acerqué y les fui acariciando uno a uno, los que lloraban, se callaban momentáneamente para volver a llorar de nuevo con maś fuerza, como de inmediato. Los otros solo hacían un leve gesto al percibir la caricia sobre su piel. Ya me había acercado a casi todos, cuando los ojos de un niño de unos tres años me atrajeron con la fuerza del imán. Me acerqué, no se inmutó, pero sus ojos seguian fijos en mí.

Cuando regresamos a la casa que habían habilitado para nosotros, yo seguia con aquella mirada en mí. Éramos un grupo, que fuimos invitados por una ONG, para que comprobáramos de cerca en que medio trabajaban y con que recursos. Habiamos terminado la carrera de medicina y nos pareció que esta experiencia nos aportaria mucho, yo nunca me imaginé, cuanto.

A la mañana siguiente me levanté cansada, no había dormido bién, aquellos ojos, aquellos preciosos ojos estaban clavados en lo más profundo de mí Me tomé algo ligero para desayunar y me dirigí al hospital de campaña, en el que había estado el día anterior. Me acerqué de nuevo a los niños y allí estaba. Le sonreí y me pareció ver en sus ojos, en su mirada, además de una llamada de auxilio, una luz de esperanza.

No regresé a casa. Ya llevo diez años trabajando aquí con estos niños.

Esperanza Caamaño Vazquez
•13:06
Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.
Una mañana al despertar, comprobó que ya no era una mosca, habiéndose convertido en un verdadero águila. Aun creyendo que todavía soñaba, elevó el vuelo y subió hasta que pudo ver desde las alturas, lo que hasta entonces solo veía alzando la vista.
A velocidad de vértigo, cruzó bosques y ríos; y sobrevoló montañas y nubes, sintiéndose el rey y señor de los cielos.
Pero de repente, cuando se encontraba alcanzando la cima del mundo, sintió como una puñalada en su pecho, que lo hizo primero frenar el vuelo y luego caer en picado, sin ninguna esperanza de evitar estrellarse contra el suelo.
Y a escasos metros de su final, comprendió que no todo su cuerpo se había convertido en águila, ya que su corazón continuaba siendo el de una mosca, corazón que no pudo soportar tanta emoción y felicidad.

Francisco Javier Dávila Payan
•11:34
¿Qué es para mí la poesía? La pregunta es fácil. La respuesta quizás también, lo complicado puede ser explicarlo. Por lo tanto, evitando caer en la incoherencia, responderé sin palabras de adorno ni florituras de ningún tipo. Eso lo dejaré para escribir poesía.

  • para mí, la poesía es el sentimiento en su máxima expresión.
  • para mi, la poesía es el Ser, en toda su sencillez.
  • para mi, la poesía es el pensamiento en toda su virginidad...
Dejo aquí una poesía que expresa mi valoración sobre el tema.


¿Qué ES poesía?

Poesía, no sólo es, hablar y escribir en verso.

¿Qué es poesía?

Poesía, no sólo es, hablar y escuchar el viento.

¿Qué es poesía?

Poesía ,no sólo es, al sentir ponerle rima.

¿Qué es poesía?

Poesía, es...¡¡ la vida!!

Esperanza Caamaño Nuñez
•11:33
A lo largo de la vida todo se va deteriorando, cada vez más lentamente.
Con los nuevos productos de belleza y la tecnología, se intenta retrasar el tiempo.
El espejo hay que verlo como un amigo, no como un enemigo, y creo que forma un conjunto en la casa.
Un espejo da seguridad porque es divertido si te recreas mirándote, tú misma le ves las faltas, y puedes corregirlas.
Nunca mirarlo con desprecio.
En una casa hay varios espejos: en el cuarto de baño, la consola, el paragüero, en el dormitorio, en el salón.
Yo pienso que no puede ser despreciados, porque forman parte de nosotros.
No me gustaría vivir sin espejos.
Imagínate que no existen...., seríamos como ciegos con los ojos abiertos.

Milagros Millo
•11:28
Seguimos sin hablarnos. El tiempo ha ido pasando lentamente y nuestro distanciamiento se ha ido incrementando, creando un abismo cada vez más profundo que nos ha alejado definitivamente. Nuestro cariño cruzó esa fina linea que nunca pensamos pudiera existir, y que una vez atravesada, lo transforma en odio y reproche. Durante años se hicieron las cosas como tu deseabas, tan solo el oponerme era recibir una mala contestación o un ataque de furia. Así que para mantener nuestra unión se hacían las cosas a tu manera.¡ Era tanto el cariño que sentía hacia ti que prefería claudicar a perderte!. Un día, al cabo del tiempo, expuse como me sentía. Te dije que me gustaría que se hicieran las cosas, también a mi manera, aun sabiendo que aquello podría ser el final de nuestra relación. Y así fue, tu te comenzaste a alejar. Las veces que intenté acercarme, tan solo recibí tu desprecio. Lo soporte con la finalidad de que todo se solucionaría, pero fue en vano. Al final todo se acabó, y todo aquello que en un momento nos unió, ahora permanece en el olvido.

José Luis Marmolejo
•11:25
Denunciada por mis enemigos, comparezco ante este "Tribunal de la Inquisición". Me acusan de ser bruja, pactar con el diablo y de mil cosas más. Me interrogan sin descanso, con preguntas hechas de tal modo que conteste lo que conteste, seré culpable.

Vivo sola desde muy joven. Quedé huérfana y sin familia a consecuencia de la "peste", enfermedad provocada por el hambre, y la miseria. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en que mi padre fue propietario de tierras y bienes.

Mi familia poseía libros y conocimientos de otras civilizaciones y culturas. Yo siempre me interesé por las hierbas y los remedios para curar. Más, para mi desgracia se fijo en mi, un poderoso señor que no tenía ni respecto ni piedad de nada ni de nadie. Al verse rechazado, luchó contra mi padre, la asesinó y se apoderó de todas nuestras posesiones.

En la calle y sin recurso, mi madre y mis hermanos enfermaron y murieron. Quedé sola, desamparada. Aún siendo en mi la desgarradora angustia de la desesperación. Sabía que había que seguir, que no podía dejarme abatir por las circunstancias, mi familia, mis seres queridos no querían que dejase de luchar, por lo que ellos ya no podían. Y precisamente por ellos, tenía que sacar fuerza y continua.

La providencia puso en mi camino a una señora, a la que curé de sus dolencias con mis conocimientos y medicinas natural. A cambio me dio trabajo y casa. Hoy, la envidia y celos de otros ante la gratitud del " ama", me llevan a un futuro incierto.

¡No me escucharan! ¡No me perdonaran! Soy un peligro para los poderes públicos y eclesiásticos.¡¡¡Yo creo en la libertad!!!

Esperanza Caamaño Vázquez
•12:42
Además me voy a chivar a mis padres. ¡ No! no puedo acabar así este maldito diálogo del libro.
¿Cómo pretendo dejar algo así escrito? es una patraña infantil. Y se supone que escribo género de terror. Debería acabarlo en una frase, sí acabar donde el niño sea arrastrado por las sombras del mal. Quizás podría introducir algo macabro... mmm no, creo que mejor haré que el niño destroce al otro en lugar de tratar de chivarse... bueno borremos y empecemos.

"Nacía el ocaso para dar paso a la noche, cuando el sonido de una caja de sorpresa hizo su presentación. En el sótano, mientras tanto, una espesa niebla se hacía vislumbrar. Nadie pudo verla en el salón. Los dos hermanos, jugaban a la oca con sus padres. Reían, al tiempo que trataban de hacerse trampas. Por las escaleras, fue subiendo la espesa niebla, tomando forma allá por donde pasaba. Los hermanos, seguían con las risas, al tiempo que seguían amenazándose, entre ellos, de chivarse a sus padres. Estos los miraban atónitos, sin parar de reír, por las ocurrencias de sus hijos. Tanto era la diversión de la familia, que no se percataron del monstruo flamígero que le acechaba. En pocos segundos los devoró junto a la casa. Al día siguiente en las noticias apareció, que todo lo ocurrido fue producto de un fallo en la calefacción, la cual tenia su caldera en el sótano, donde todo comenzó. Testigos presenciales, afirmaban que un majestuoso djinn de llamas, se hizo presente durante unos segundos, cuando la casa saltó por los aires. De esto hace ya quince años y aún nadie ha logrado sofocar las llamas. ¿Quién sabrá lo que allí ocurrió? Yo solo sé que vuelvo a tener hambre después de todo este tiempo. Esa casa y su familia son perfectos, tienen una hermosa chimenea... Interesante ahora le echaran la culpa a un fallo de esta".

Bien esto es otra cosa. Así esta mejor. Creo que esta historia de terror tendrá gancho y...

¿Qué? ¿Quien esta ahí? ¡Dios mío la casa se incendia! ¡No! ¡No! ¡¡¡¡¡ Noooooooooo!!!!!.

Erasmo Nuñez
•11:48
¡¡¡ Los hombres que a mi me gustan no saben llorar!!!... La habitación estaba en una semipenumbra agradable y acogedora. En un tono suave, se escuchaba a través del equipo de música una melodía que envolvía toda la estancia. Y allí, en un confortable sillón de piel, con un café en las manos y una copa sobre la mesa auxiliar, Ángel, envuelto en un batín de seda y con zapatillas de piel de guante calzando sus pies, sobre una alfombra persa en tonos marrones, daba la imagen de un hombre situado en la cima de poder. Bastaba mirar alrededor para comprobar el buen gusto y el poder adquisitivo de quien vivía allí. No sobraba nada, se notaba que cada objeto había sido escogido justo para el lugar que ocupaba...
Nació y creció en el seno de una familia humilde en un barrio de trabajadores. En años difíciles, recién estrenada la democracia cuando se mezclaban los sentimientos de esperanza y un cierto temor a que todo quedara en un nuevo sueño de libertad, de la que tantos años estuvieron privadas nuestras familias de aquella época. Su padre, fue uno de los muchos que estuvieron encarcelados por su ideología política. Su madre, se vio obligada a sacar a sus hermanos mayores adelante sin ayuda. Con mucho esfuerzo, con muchas lágrimas y sobre todo con mucha soledad.
Ángel, aunque no vivió esos momentos , sí que de alguna manera fue influenciado por sus ideas. Su madre había quedado muy marcada por esos años de sufrimientos y aún, en el momento actual a pesar del tiempo transcurrido no había día en que Ángel, por distintas razones o circunstancias, no recordara la voz de su madre diciéndole: ¡ los hombres que a mi me gustan no saben llorar!
Aquella misma tarde, había vuelto a ocurrir. Recibió una llamada en la que se comunicaba que le había propuesto para un nuevo premio por su trayectoria profesional. Y ahí de nuevo recordó las palabras de su madre. Palabras que le ayudaron a sobreponerse a las dificultades y a poner toda la voluntad y todo el interés en no rendirse y seguir luchando hasta conseguir sus objetivos, sus sueños.
Aunque las palabras de su madre fueron su motor, su fuerza para seguir, ella, ignoraba cuantos días, cuantas noches se pasó llorando y cuantas veces estuvo a punto de rendirse, de abandonar. En la actualidad se alegraba de no haberlo hecho.

Esperanza Caamaño Vazquez
•11:42
El hombre luce una inquietante sonrisa, cuando se acerca sigiloso al mostrador de la lujosa tienda, la dependienta de la joyería, lo mira con intranquilidad, nada en él le hace sospechoso, viste un elegante traje de rayas oscuro de impecable corte, camisa de diseño con corbata a juego,peinado hacia atrás con gomina fijando las ondulaciones de su cabello, es muy atractivo, pero tiene una inquietante sonrisa, que a ella, la intranquiliza mucho y la tiene en tensión
El hombre muy educadamente, le pide que le saque unas de las joyas mas caras que posee, una alianza de esmeralda, después de pensarlo unos minutos, con reparos y cautelosamente, saca de la caja la joya que le pide y rápidamente cierra la caja con clave de seguridad.
El caballero la compra sin apenas mirarla unos segundos, y sin dejar de tener esa extraña sonrisa en la cara.
Al cabo de unos dias, ya no se acordaba del episodio del caballero que le había inquietado tanto, y asistía ilusionada e increíblemente guapa a la cena de anivesario que su novio le tenía preparada, en unos de los lugares más romanticos de la ciudad.
Al terminar la velada, su prometido, tierna y amorosamente le hizo la petición de mano maś bella que ella jamás hubiera soñado, y le entregó dos rosas enlazadas por una bellísima alianza de esmeraldas.
Entonces ella volvio a recodar al hombre de inquietante sonrisa.

Paqui Fernández
•11:20
La mujer luce una inquietante sonrisa. Está aterrada, lleva mucho tiempo preparando el viaje en el más absoluto silencio y con la mayor discreción. Nadie conocía sus planes, siempre que tenía la tentación de contárselo a su madre o a sus hermanos... se decía a si misma ¡no! El mejor secreto es el que no sale de la boca. No era por desconfianza, ni falta de cariño, su familia era para ella lo más grande, junto con el hombre al que amaba por encima de todo y al que no veía desde hacia varios meses.
Si alguien supiera lo que estaba haciendo, lo primero que harían es tratar de quitárselo de la cabeza, algo que no podrían conseguir, ya que su decisión era firme y sus motivos importantes. No quería hacer sufrir a su familia, sólo pensar el daño que estaba a punto de hacerles la mortificaba, pero lo había pensado mucho, no veía otra salida, el tiempo se le venía encima y no lo podía retrasar mas. Había estado trabajando a espaldas de todos de forma clandestina todas las tardes unas horas, hasta reunir la cantidad necesaria, y ¡por fin! el momento había llegado. Sentada a la mesa cenaba con su familia y en silencio miraba uno a uno, quería grabar en su mente sus caras, sus risas, cada palabra, cada mirada...no quería pensarlo pero, esta cena podría ser la ultima ,y ésta, la última vez que les viera.
Se retiró a descansar y esperó a que todos durmieran para salir sigilosa y furtiva de la humilde casa. Se dirigió a la playa, toda ella temblaba como una hoja, la angustia la ahogaba y el corazón golpeaba su su pecho como queriendo salir de él .Al mismo tiempo la ilusión, la alegría y la impaciencia por reunirse con el ser amado le daban las fuerzas que necesitaba para seguir adelante.
Cuando se subió a la patera, junto con otros valientes, con sus manos acarició su vientre y en susurros dijo: ¡mi hijo, tendrá un futuro!

Esperanza Caamaño Vázquez.
•11:15
Los hombres que a mí me gustan no saben llorar, entiéndeme, no saben llorar cuando las adversidades de la vida los agobian hasta que el corazón le oprime el alma, pero ellos no lloran, son fuertes y apretando los dientes se enfrentan a la vida sin lloriqueos ni lamentaciones y salen adelante con determinación y entereza.
Pero adoro los que lloran cuando ven por primera vez a sus hijos al nacer, a los que se le saltan las lágrimas cuando ven sufrir a los demás y ellos no pueden ayudar. En realidad me gustan los que son fuertes ante la vida y a la vez son los mas tiernos y sensibles, es decir me gustas tú.
Paqui Fernández
•11:24

La violencia inn
ata en el ser humano, desde el comienzo de la evolución de la especie, no se ha podido erradicar de nuestra forma de ser por más que nuestras condiciones de vida vayan cambiando con el paso de los siglos.
Somos la especie animal que mas cruelmente nos portamos unos con otros, sin que nuestro comportamiento se deba a necesidades de supervivencia, sino la mayor parte de las veces, la agresividad la empleamos para obtener lo que el otro tiene, por envidias y demostraciones de superioridad.
Ya que esto es algo innato de la e
specie, deberíamos de poner todo nuestro esfuerzo en la igualdad, la educación para todos, el bienestar común y erradicar la tiranía, tanto religiosa como política.
Y esperemos que si
algún día, conseguimos igualdad para toda la humanidad, nuestra especie sea capaz de evolucionar y quitar de nuestra genética la violencia.

Paqui Fernández