Algunos lloran. Otros ni siquiera lo intentan. Están desfallecidos, sin fuerzas. !Están muertos! Sólo les une a la vida un finísimo hilo de oxígeno que con mucha dificultad le roban al aire.
Me acerqué y les fui acariciando uno a uno, los que lloraban, se callaban momentáneamente para volver a llorar de nuevo con maś fuerza, como de inmediato. Los otros solo hacían un leve gesto al percibir la caricia sobre su piel. Ya me había acercado a casi todos, cuando los ojos de un niño de unos tres años me atrajeron con la fuerza del imán. Me acerqué, no se inmutó, pero sus ojos seguian fijos en mí.
Cuando regresamos a la casa que habían habilitado para nosotros, yo seguia con aquella mirada en mí. Éramos un grupo, que fuimos invitados por una ONG, para que comprobáramos de cerca en que medio trabajaban y con que recursos. Habiamos terminado la carrera de medicina y nos pareció que esta experiencia nos aportaria mucho, yo nunca me imaginé, cuanto.
A la mañana siguiente me levanté cansada, no había dormido bién, aquellos ojos, aquellos preciosos ojos estaban clavados en lo más profundo de mí Me tomé algo ligero para desayunar y me dirigí al hospital de campaña, en el que había estado el día anterior. Me acerqué de nuevo a los niños y allí estaba. Le sonreí y me pareció ver en sus ojos, en su mirada, además de una llamada de auxilio, una luz de esperanza.
No regresé a casa. Ya llevo diez años trabajando aquí con estos niños.
Esperanza Caamaño Vazquez
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Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.
Una mañana al despertar, comprobó que ya no era una mosca, habiéndose convertido en un verdadero águila. Aun creyendo que todavía soñaba, elevó el vuelo y subió hasta que pudo ver desde las alturas, lo que hasta entonces solo veía alzando la vista.
A velocidad de vértigo, cruzó bosques y ríos; y sobrevoló montañas y nubes, sintiéndose el rey y señor de los cielos.
Pero de repente, cuando se encontraba alcanzando la cima del mundo, sintió como una puñalada en su pecho, que lo hizo primero frenar el vuelo y luego caer en picado, sin ninguna esperanza de evitar estrellarse contra el suelo.
Y a escasos metros de su final, comprendió que no todo su cuerpo se había convertido en águila, ya que su corazón continuaba siendo el de una mosca, corazón que no pudo soportar tanta emoción y felicidad.
Francisco Javier Dávila Payan
¿Qué es para mí la poesía? La pregunta es fácil. La respuesta quizás también, lo complicado puede ser explicarlo. Por lo tanto, evitando caer en la incoherencia, responderé sin palabras de adorno ni florituras de ningún tipo. Eso lo dejaré para escribir poesía.
- para mí, la poesía es el sentimiento en su máxima expresión.
- para mi, la poesía es el Ser, en toda su sencillez.
- para mi, la poesía es el pensamiento en toda su virginidad...
Dejo aquí una poesía que expresa mi valoración sobre el tema.
¿Qué ES poesía?
Poesía, no sólo es, hablar y escribir en verso.
¿Qué es poesía?
Poesía, no sólo es, hablar y escuchar el viento.
¿Qué es poesía?
Poesía ,no sólo es, al sentir ponerle rima.
¿Qué es poesía?
Poesía, es...¡¡ la vida!!
Esperanza Caamaño Nuñez
A lo largo de la vida todo se va deteriorando, cada vez más lentamente.
Con los nuevos productos de belleza y la tecnología, se intenta retrasar el tiempo.
El espejo hay que verlo como un amigo, no como un enemigo, y creo que forma un conjunto en la casa.
Un espejo da seguridad porque es divertido si te recreas mirándote, tú misma le ves las faltas, y puedes corregirlas.
Nunca mirarlo con desprecio.
En una casa hay varios espejos: en el cuarto de baño, la consola, el paragüero, en el dormitorio, en el salón.
Yo pienso que no puede ser despreciados, porque forman parte de nosotros.
No me gustaría vivir sin espejos.
Imagínate que no existen...., seríamos como ciegos con los ojos abiertos.
Milagros Millo
Seguimos sin hablarnos. El tiempo ha ido pasando lentamente y nuestro distanciamiento se ha ido incrementando, creando un abismo cada vez más profundo que nos ha alejado definitivamente. Nuestro cariño cruzó esa fina linea que nunca pensamos pudiera existir, y que una vez atravesada, lo transforma en odio y reproche. Durante años se hicieron las cosas como tu deseabas, tan solo el oponerme era recibir una mala contestación o un ataque de furia. Así que para mantener nuestra unión se hacían las cosas a tu manera.¡ Era tanto el cariño que sentía hacia ti que prefería claudicar a perderte!. Un día, al cabo del tiempo, expuse como me sentía. Te dije que me gustaría que se hicieran las cosas, también a mi manera, aun sabiendo que aquello podría ser el final de nuestra relación. Y así fue, tu te comenzaste a alejar. Las veces que intenté acercarme, tan solo recibí tu desprecio. Lo soporte con la finalidad de que todo se solucionaría, pero fue en vano. Al final todo se acabó, y todo aquello que en un momento nos unió, ahora permanece en el olvido.
José Luis Marmolejo
Además me voy a chivar a mis padres. ¡ No! no puedo acabar así este maldito diálogo del libro.
¿Cómo pretendo dejar algo así escrito? es una patraña infantil. Y se supone que escribo género de terror. Debería acabarlo en una frase, sí acabar donde el niño sea arrastrado por las sombras del mal. Quizás podría introducir algo macabro... mmm no, creo que mejor haré que el niño destroce al otro en lugar de tratar de chivarse... bueno borremos y empecemos.
"Nacía el ocaso para dar paso a la noche, cuando el sonido de una caja de sorpresa hizo su presentación. En el sótano, mientras tanto, una espesa niebla se hacía vislumbrar. Nadie pudo verla en el salón. Los dos hermanos, jugaban a la oca con sus padres. Reían, al tiempo que trataban de hacerse trampas. Por las escaleras, fue subiendo la espesa niebla, tomando forma allá por donde pasaba. Los hermanos, seguían con las risas, al tiempo que seguían amenazándose, entre ellos, de chivarse a sus padres. Estos los miraban atónitos, sin parar de reír, por las ocurrencias de sus hijos. Tanto era la diversión de la familia, que no se percataron del monstruo flamígero que le acechaba. En pocos segundos los devoró junto a la casa. Al día siguiente en las noticias apareció, que todo lo ocurrido fue producto de un fallo en la calefacción, la cual tenia su caldera en el sótano, donde todo comenzó. Testigos presenciales, afirmaban que un majestuoso djinn de llamas, se hizo presente durante unos segundos, cuando la casa saltó por los aires. De esto hace ya quince años y aún nadie ha logrado sofocar las llamas. ¿Quién sabrá lo que allí ocurrió? Yo solo sé que vuelvo a tener hambre después de todo este tiempo. Esa casa y su familia son perfectos, tienen una hermosa chimenea... Interesante ahora le echaran la culpa a un fallo de esta".
Bien esto es otra cosa. Así esta mejor. Creo que esta historia de terror tendrá gancho y...
¿Qué? ¿Quien esta ahí? ¡Dios mío la casa se incendia! ¡No! ¡No! ¡¡¡¡¡ Noooooooooo!!!!!.
Erasmo Nuñez
¡¡¡ Los hombres que a mi me gustan no saben llorar!!!... La habitación estaba en una semipenumbra agradable y acogedora. En un tono suave, se escuchaba a través del equipo de música una melodía que envolvía toda la estancia. Y allí, en un confortable sillón de piel, con un café en las manos y una copa sobre la mesa auxiliar, Ángel, envuelto en un batín de seda y con zapatillas de piel de guante calzando sus pies, sobre una alfombra persa en tonos marrones, daba la imagen de un hombre situado en la cima de poder. Bastaba mirar alrededor para comprobar el buen gusto y el poder adquisitivo de quien vivía allí. No sobraba nada, se notaba que cada objeto había sido escogido justo para el lugar que ocupaba...
Nació y creció en el seno de una familia humilde en un barrio de trabajadores. En años difíciles, recién estrenada la democracia cuando se mezclaban los sentimientos de esperanza y un cierto temor a que todo quedara en un nuevo sueño de libertad, de la que tantos años estuvieron privadas nuestras familias de aquella época. Su padre, fue uno de los muchos que estuvieron encarcelados por su ideología política. Su madre, se vio obligada a sacar a sus hermanos mayores adelante sin ayuda. Con mucho esfuerzo, con muchas lágrimas y sobre todo con mucha soledad.
Ángel, aunque no vivió esos momentos , sí que de alguna manera fue influenciado por sus ideas. Su madre había quedado muy marcada por esos años de sufrimientos y aún, en el momento actual a pesar del tiempo transcurrido no había día en que Ángel, por distintas razones o circunstancias, no recordara la voz de su madre diciéndole: ¡ los hombres que a mi me gustan no saben llorar!
Aquella misma tarde, había vuelto a ocurrir. Recibió una llamada en la que se comunicaba que le había propuesto para un nuevo premio por su trayectoria profesional. Y ahí de nuevo recordó las palabras de su madre. Palabras que le ayudaron a sobreponerse a las dificultades y a poner toda la voluntad y todo el interés en no rendirse y seguir luchando hasta conseguir sus objetivos, sus sueños.
Aunque las palabras de su madre fueron su motor, su fuerza para seguir, ella, ignoraba cuantos días, cuantas noches se pasó llorando y cuantas veces estuvo a punto de rendirse, de abandonar. En la actualidad se alegraba de no haberlo hecho.
Esperanza Caamaño Vazquez
Los hombres que a mí me gustan no saben llorar, entiéndeme, no saben llorar cuando las adversidades de la vida los agobian hasta que el corazón le oprime el alma, pero ellos no lloran, son fuertes y apretando los dientes se enfrentan a la vida sin lloriqueos ni lamentaciones y salen adelante con determinación y entereza.
Pero adoro los que lloran cuando ven por primera vez a sus hijos al nacer, a los que se le saltan las lágrimas cuando ven sufrir a los demás y ellos no pueden ayudar. En realidad me gustan los que son fuertes ante la vida y a la vez son los mas tiernos y sensibles, es decir me gustas tú.
Paqui Fernández