•13:46


EN LA DESNUDEZ DEL INVIERNO





Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd y comencé a leer un libro que, en palabras de sus autores, es más que un vademécum de oraciones. Es también poema y revelación, apotemas y paladar de sabiduría. Estación primera, para mi andar errático por el camino incierto del duelo, en busca  de un sendero a la esperanza y salir de este invierno cetrino cargado de sufrimiento gélido. Este quebranto, que dicen que  es consecuencia del amor, es para mi antinatural y despiadado, que me provoca un picor en el alma, al que nombran las mismas como las pulgas del propio. Y compréndanme, he quedado como el enebro de las dunas con las raíces expuestas al viento, porque no es la muerte que me arrebato una hija, sino que yo siga viva lo que me lapida la existencia.


                                                                    

Juan Carlos Canto
|
This entry was posted on 13:46 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

1 comentarios:

On 7 de septiembre de 2015, 20:02 , Mariló dijo...

Desgarrador y bello. Sobrecogió mi alma...