PUNTO
DE APOYO
Los
hombres que a mí me gustan no saben llorar, pero lo hacen a su
manera. Le reprendieron con la célebre frase “los hombres
no lloran” desde la primera vez que se cayó en el parque, y se
tragó las lágrimas haciendo pucheros para que sus amigos no lo
vieran. Aprendió a dominarse pero no por ello es
insensible, sufre como los demás y su aparente fortaleza sirve de
apoyo a otras personas más débiles,
Así
era tu padre hijo mío, no debes olvidarlo cuando ahora,
minado por la enfermedad, lo veas hecho un guiñapo llorando y
llamando a su madre todo el día. Sécate las lágrimas , ahora
necesito que me ayudes como él siempre lo hacía, ya sabes cómo son
los hombres que a mí me gustan.
MERCEDES
RODRÍGUEZ DE ZULOAGA
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