•10:55

No, no se puede caer bien a todo el mundo. A veces, porque el otro, instintivamente, aún sin conocernos, nos rechaza; seguramente, algo nuestro, o en nosotros: nuestro estilo, o nuestra fisonomía, o nuestros rasgos, o nuestra voz, o nuestra forma de dar la mano, le desagrada, quizás le trae recuerdos desagradables.

Otras, por mucho que quisiéramos saberlo, ni él mismo encuentra una explicación medio coherente. Si digo esto es porque yo soy consciente de que a mi me ocurre, y en ocasiones, he de esforzarme al máximo para lograr vencer esa primera impresión y no negarme la posibilidad de conocer mejor a esa persona. Por similares razones: digamos que sería el anverso de las primeras, sentimos simpatía por quien prácticamente no conocemos.

Blanca Sandino


This entry was posted on 10:55 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: