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¡Cielos, como brilla hoy el valle! me dije. Había recorrido algunos kilómetros y después de recibir los últimos resultados de la biopsia, bajé del coche y miré a mi alrededor, el silencio, su olor, su color, todo lo que en un momento dado había dejado en un segundo plano fue adquiriendo el sitio que le correspondía, un halo de felicidad se apoderó de mi…. respiré hondo, sonreí y me dije: no tendré miedo, nunca más lo llevaré como compañero y con los brazos abiertos estaré dispuesta a recibir el futuro.
Inés Márquez
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3 comentarios:

On 16 de noviembre de 2009, 10:28 , Anónimo dijo...

"La Valentía". Cada un@, ha pasado alguna vez en su vida por una situación como la que -tan perfectamente describes- en este relato.
!!Felicidades, que bén redactas!!

 
On 16 de noviembre de 2009, 10:33 , Anónimo dijo...

Que original y sonoro te ha quedado lo del olor y color asociado al silencio. Me gustas.

 
On 1 de diciembre de 2009, 1:04 , Anónimo dijo...

esta situacion para mi fue cercana y nunca nadie habia sabido verla del modo en k la vi yo cuando una simple biopsia te cambia la vida,es verdad k todo tiene otro color,que el aire huele mejor y k lo k mas te llega a importar son los pekeños detalles k la vida te da.