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El
Objeto
Al
abrir el contenedor, se dio cuenta de que estaba empezando a olvidar
el nombre de las cosas,
lo notó,
cuando encontró una
bolsa. Asunta, no sabía cómo llamarla, pero sabía que servía para
meter algo, se imaginó al momento que podría guardar su vida.
Inundó su mente el recuerdo del pasado, vagando como una hoja en un
mar de olas y dejándose llevar por ellas, pero no lograba saber que
nombre darle a aquello. Era una mujer de mediana edad, de tez pálida
y ojos tristes, castigada por la sociedad y por su familia que la
había abandonado. En un momento, lejanamente contempló que su vida
estaba vacía, sí, vacía, como la bolsa del contenedor.
Mª
José Urbano Delgado
1 comentarios:
Hermosa descripción, sensibilidad y empatía de una triste realidad.