•15:56
Todos estábamos contentos y felices, nos pusimos nuestras mejores galas y estábamos radiantes. En la habitación había mucho jaleo.

Un bullicio sorprende a todos, hablábamos a la vez y de varios temas diferentes, pero yo a veces me quedaba callada pensando.

Mi interior me decía que había algo que me hacía daño, no me dejaba estar feliz del todo. Estábamos celebrando el ochenta aniversario de nuestro padre, y verlo allí tan anciano y tan ausente...

No podía dejar de pensar que quizás sería el último cumpleaños que estuviera con nosotros. Sin embargo, decidí disfrutar del momento y olvidar todo lo demás. Me acerqué a mi anciano padre, le besé con cariño y le dije:

"Te quiero mucho papá"

Carmen Gil

This entry was posted on 15:56 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: