•19:55
No pude transformarme en princesa porque el imbécil seguía mirando sonriéndose, burlón no creía en la magia, en lo que se ve en nuestro interior. Sin tener que pasar por nuestras retinas. Mi vida siguió sin sueños, sin duendes, aburrida. Iba perdiendo el aliento minuto a minuto, segundo a segundo, pero un día un rayo de sol interrumpió mi sueño y me traslado a mi realidad. Mi alma necesitaba una alma gemela y no a un enano burlón.
Soledad Braza

This entry was posted on 19:55 and is filed under , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

1 comentarios:

On 19 de octubre de 2009, 19:42 , Anónimo dijo...

Muy acertada la princesa....Sisi.