•20:04

Recuerdo cuando yo tenía doce años. Mi hermano vendía caramelos y para que subiera a casa a comer, yo bajaba para cuidar de su puesto. Una tarde llegó un chico preguntando por él, y me dijo:
- ¿No está el muchacho?
Yo le contesté:
- ¿Quien, mi hermano?
- ¿Pero Rafael es tu hermano? Yo no sabía que tenía una hermana tan bonita.
Y yo le respondí:
- ¡Anda niño tonto!
Y el me respondió:
- Tú, vas a ser la madre de mis hijos.
Su palabra se cumplió. Con él, fui la mujer más feliz. Pero la felicidad no dura eternamente, hay que disfrutarla...

Luisa Rico


This entry was posted on 20:04 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: